THP y su enfoque de Derechos Humanos 

Con motivo del Día de los Derechos Humanos, es siempre importante recordar que el cumplimiento de estos derechos es algo a lo que debemos de aspirar. Construir sociedades mejores, más justas y más ecológicas a través de la aplicación y realización de los derechos es una responsabilidad de todas las personas y una realidad por la que se debe de trabajar en conjunto. Desde THP-México siempre estamos en búsqueda de contribuir a lograr esta realidad. 

Los derechos humanos son inherentes y universales a todas las personas. Como tal, su cumplimiento representa una parte fundamental de la labor de The Hunger Project, tanto en México como en el resto del mundo. El concepto de estos derechos se encuentra en sí estrechamente relacionado a todas las bases del movimiento de THP. Desde los objetivos, la  misión, la visión, pasando por  los principios y finalizando en la metodología, todo el funcionamiento y las acciones realizadas están permeadas por un enfoque de derechos humanos. 

La visión de un mundo en donde cada mujer, hombre, niña y niño lleve una vida saludable, plena, de autosuficiencia y dignidad; tiene un origen en cómo los derechos humanos son un conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, cuyo cumplimiento es indispensable para el desarrollo integral de la persona. Por otro lado, la misión de eliminar el hambre y la pobreza mediante estrategias sostenibles, de base y centradas en mujeres asegura el cumplimiento de los diferentes derechos de aquellas personas que constantemente son vulneradas en este aspecto. 

En la misma línea, el primer principio del movimiento es la dignidad humana. En este principio se establece que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, incluido el derecho a la alimentación, salud, trabajo y educación. Además se menciona como la naturaleza inherente a cada persona es creativa, ingeniosa, autosuficiente, responsable y productiva. Es clave para la relevancia de los derechos humanos en THP-México, como se reconoce desde el primer principio la existencia y necesidad de cumplimiento de estos. Igualmente importante es que establece que tratar a las personas que viven en condiciones de hambre como beneficiarios trae consecuencias negativas sobre la dignidad, por lo que las personas deben pasar a ser un recurso clave en el camino para terminar con el hambre. Así, un pilar de la metodología, la movilización comunitaria para la autosuficiencia, adquiere una dirección y sentido sobre por qué empoderar a las personas viviendo en pobreza para generar proyectos comunitarios.

Otros principios como el enfoque holístico, el liderazgo transformativo, la igualdad de género o la transformación social también coinciden con una visión de derechos humanos. Estos principios fundamentan la búsqueda de asegurar la realización completa de otros derechos como lo son la representación política y social, generalmente a través de una democracia local participativa; la misma igualdad de género mediante otorgar recursos, alcanzar la libertad de acción, voz y toma de decisiones; disfrutar de un entorno sano que incluya un medio ambiente limpio y sostenible; entre otros. 

Para continuar y mostrar los alcances del enfoque de derechos humanos en las prácticas de THP se exponen sus características. El enfoque está centrado en los grupos de población que son objeto de una mayor marginación, exclusión y discriminación. El enfoque de manera común requiere de un análisis de las normas de género, de los desequilibrios de poder y de las diferentes formas de discriminación para de garantizar que las intervenciones de un movimiento u organización lleguen a los sectores más marginados de la población (Fondo de Población de las Naciones Unidas, 2021). 

De esta forma, todo el trabajo de The Hunger Project con la intención de erradicar el hambre y la pobreza y fomentar el desarrollo comunitario siempre tiene en cuenta los pilares de este enfoque. Desde THP se destinan e implementan programas comunitarios para la población de las comunidades rurales del país, principalmente indígenas y prioritariamente las mujeres, sectores de la población que comúnmente son marginados, discriminados y excluidos de muchos procesos. De igual manera, los programas de incidencia buscan generar cambios en los equilibrios de poder existentes en el país, buscando que los gobiernos nacionales y locales trabajen en asociación con la población y sean eficaces, aplicando la metodología que nos caracteriza en otras organizaciones e instituciones gubernamentales.

Entre los objetivos de este enfoque está abordar las complejidades del desarrollo desde una perspectiva holística, lo cual se alinea directamente con los principios de THP, teniendo en cuenta las conexiones entre las personas y los sistemas de poder o influencia. Un enfoque basado en los derechos humanos también busca reforzar las capacidades de los garantes de derechos como los gobiernos de respetar, proteger y garantizar estos derechos. Igualmente, pretende crear una dinámica para la rendición de cuentas (Fondo de Población de las Naciones Unidas, 2021). 

El enfoque basado en los derechos tiene que ver no solo con los resultados sino también con la forma en que se deben de lograr los resultados. Se debe reconocer a las personas como agentes que intervienen en su propio desarrollo, en lugar de como meros receptores pasivos o beneficiarios. Informar, educar y empoderar a estos agentes es esencial para conseguir resultados y objetivos. Por otra parte, su participación es esencial, no sólo para garantizar que sea la población la titular en el programa, sino también para mantener el progreso hacia alcanzar el desarrollo. 

Finalmente, un enfoque basado en los derechos, por un lado, desarrolla la capacidad de los garantes de derechos para cumplir con sus obligaciones; por otro, alienta a los titulares de derechos a reivindicarlos (Fondo de Población de las Naciones Unidas, 2021). 

Así, de manera general, los elementos reconocidos de las buenas prácticas del enfoque basado en los derechos humanos son aplicados por The Hunger Project. Que las personas sean consideradas agentes principales de su propio desarrollo, en lugar de receptores pasivos de productos y servicios; el que las estrategias proporcionen empoderamiento; programas centrados en grupos de la población marginados y excluidos; un proceso de desarrollo que sea dirigido desde la titularidad local; la participación de la población siendo a la vez un medio y un objetivo; la aplicación de un análisis de situación utilizado para identificar las causas inmediatas, subyacentes y fundamentales de los problemas de desarrollo; la promoción, desarrollo y el mantenimiento de alianzas estratégicas; y finalmente, supervisión y evaluación de los procesos y resultados, apoyándose en sistemas nacionales de rendición de cuentas que han sido reforzados (Fondo de Población de las Naciones Unidas, 2021). 

Por todo lo anterior, es que The Hunger Project mantiene un enfoque de Derechos Humanos. Los elementos de las buenas prácticas son aplicados en el día a día del movimiento, así como también vemos el pleno ejercicio de los derechos humanos como el fin último del desarrollo y algo completamente necesario para la erradicación de la pobreza y el hambre. 

Fuentes: 

Fondo de Población de las Naciones Unidas (2021). “El enfoque basado en los derechos humanos”. Disponible en: https://www.unfpa.org/es/el-enfoque-basado-en-los-derechos-humanos [Revisado: Diciembre 9 de 2021]