
Restringir la asistencia virtual excluye las voces que más necesitamos escuchar.
La 26a Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) es una oportunidad crítica de unir al mundo para lograr un progreso real hacia la mitigación del cambio climático. Si bien ha sido llamada “la última y mejor esperanza para que el mundo actúe en conjunto“, las voces de las personas en los países de ingresos bajos y medianos más vulnerables al cambio climático no estarán presentes en la conferencia.
La Presidencia de la COP ha declarado que su prioridad es “asegurar una cumbre inclusiva y en persona, porque creemos que es esencial para el éxito en la COP26 y lograr resultados para nuestro planeta”. Este enfoque en una reunión en persona y la exclusión deliberada de oportunidades virtuales para participar, está equivocado y no se alinea con la necesidad de participación global en todos los niveles para mitigar los impactos del cambio climático.
La exclusión de tantos no sólo desafía la transparencia de las negociaciones, sino que es probable que obstaculice la creación de soluciones inclusivas. Uno de los objetivos de la conferencia es “adaptarse urgentemente para proteger las comunidades y los hábitats naturales”. Las personas que estarán a la cabeza de los esfuerzos de adaptación son las mismas personas que han tenido problemas para acceder a la conferencia en persona e influir en las negociaciones. Hacemos un llamado a todas las organizaciones de la sociedad civil presentes en la conferencia para que mantengan la perspectiva de las personas que viven en las áreas más afectadas por el cambio climático al frente de la conversación durante la COP26.
“Hay comunidades en las que los efectos del cambio climático en la vida cotidiana no son teóricos, son realidades. Estas son las personas que necesitan estar en las mesas de discusión y negociación. Necesitamos aprender de sus experiencias y las formas en las que ya se están adaptando. Ellos deberían influir en el diseño de cualquier solución propuesta, porque ninguna solución es sostenible a menos que sea compatible con sus vidas y desafíos diarios ”, dijo Tim Prewitt, Presidente y Director Ejecutivo de The Hunger Project.

Durante el último año y medio, hemos visto cómo las conferencias en línea permiten que nuevas voces subrepresentadas participen en foros globales. Las negociaciones internacionales son más fuertes gracias a esta nueva forma de trabajar. La COP26 contrasta fuertemente con la naturaleza inclusiva de la Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas celebrada en septiembre. A través de los diálogos virtuales y presenciales de la Cumbre, más de 100.000 personas de todo el mundo representando diversos orígenes y sectores pudieron participar y compartir sus perspectivas sobre los desafíos del sistema alimentario actual y las posibles soluciones. De manera reciente, ha habido desarrollos para permitir asistir de manera virtual a algunas conversaciones e incluir a delegados que no pudieron hacer el viaje a la conferencia, sin embargo, el hecho de que la participación esté cerrada a unos cuantos invitados virtuales hace que se pierda un momento para hacer los diálogos y negociaciones unas más participativas y abiertas.
Desafíos globales como el cambio climático solo se resolverán con el compromiso y la acción de personas de todo el mundo. Hacemos un llamado a la Presidencia de la COP para aprovechar las plataformas en línea que se han fortalecido durante el transcurso de la pandemia para atraer a más personas a la conversación y poner en práctica los compromisos prometidos durante la conferencia. Hasta que no podamos incorporar a la conversación a las personas más afectadas por el cambio climático, no seremos capaces de crear soluciones inclusivas que puedan ser aceptadas por todos.
Versión en inglés disponible aquí.