Educar para combatir el cambio climático contribuye a terminar con el hambre en el mundo.

Los fenómenos meteorológicos extremos, la degradación de la tierra, la desertificación, la escasez de agua y el aumento del nivel del mar, son algunas de las situaciones generadas por el cambio climático que generan impactos de manera directa en los esfuerzos mundiales para erradicar el hambre. Por ello, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) considera que el cambio climático se encuentra entre las principales causas del aumento del hambre en el mundo. 

También la FAO ha señalado más evidencia de esta relación, mostrando que la prevalencia y el número de personas desnutridas tiende a ser mayor en países altamente expuestos a climas extremos. A la vez, la desnutrición es mayor cuando esa exposición se ve agravada por una alta proporción de la población que depende de sistemas agrícolas, altamente sensibles a las precipitaciones y temperaturas variables (UNFCCC, 2018).  Por ello, el 80 por ciento de las personas que padecen hambre en el mundo, viven  en áreas propensas a fenómenos naturales con consecuencias sociales. (World Food Program USA, 2021). 

Ante esta situación, aparecen diferentes recomendaciones de cómo hacer frente a este impacto. Resultan claves las medidas de adaptación para  la protección más vulnerables y ​​sus medios de subsistencia. Esas medidas incluyen el mantenimiento y gestión de tierras agrícolas; promover sistemas y prácticas de producción acuícola que se adaptan al cambio climático; diversificar las fuentes del suministro de alimentos para aumentar la resiliencia ante fuerzas ambientales; promover la agricultura climáticamente inteligente para contribuir a lograr la seguridad alimentaria y nutricional; desarrollar y mejorar políticas para promover mecanismos y políticas para atraer la inversión del sector privado para manejo forestal, forestación, reforestación, biodiversidad conservación y desarrollo de los medios de vida; promover programas de desarrollo rural y medios de vida, que apuntan a fortalecer la base de recursos naturales de las zonas rurales economía y están vinculados a la tierra, el suelo y el agua; y finalmente,  apoyar la educación pública y la concientización sobre el cambio climático y gestión del riesgo de desastres en niveles de lo local a lo internacional.  Dentro de la COP26 se pondrá una especial atención a la protección y restauración de hábitats, además de la implementación de planes y financiamiento para mejorar los sistemas de alerta temprana

Habría que resaltar que entre estas recomendaciones, existe un espacio para la educación, en el contexto de qué acciones tomar en cuenta (Charles, 2019).  La Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) y climática resulta así fundamental como una medida que tomar a la hora de responder con acciones que logren el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) Número 2 “Hambre Cero”. 

La EDS tiene como objetivo brindar conocimientos, competencias y valores necesarios para tomar decisiones y llevar a cabo acciones responsables en favor de la integridad del medio ambiente, la viabilidad de la economía y una sociedad justa. Para lograr una sociedad justa y economía sostenible es necesario que se trabaje hacia la reducción del hambre y lograr la seguridad alimentaria, con un modo de producción que asegure que los alimentos lleguen a todas las personas. 

La educación enmarcada en estos temas es clave para adquirir los conocimientos necesarios para incrementar la producción agrícola y los ingresos de los pequeños agricultores, especialmente las mujeres y los pueblos indígenas, respetando el medio ambiente, la biodiversidad y los recursos de cada región. El conocimiento correcto y actualizado también ayuda a prevenir problemas que pueden causar hambrunas, como sequías, inundaciones y otros desastres (UNESCO, 2021). 

Algunas de las lecciones más valiosas que podría traer una educación efectiva con miras a reducir el hambre en el mundo es a partir de desarrollar herramientas y conocimientos para identificar los impulsores, las causas y la distribución del hambre y la desnutrición a nivel local, nacional y mundial; aplicar los principios de la agricultura sostenible y por qué es necesaria para combatir el hambre y la malnutrición; colaborar, alentar y empoderar a otros para combatir el hambre y promover la agricultura sostenible; así como evaluar, participar e implementar acciones a nivel personal y local para combatir el hambre y promover la agricultura sostenible.

En este último punto, los aprendizajes pueden resultar relevantes para la capacidad de evaluar e implementar acciones personal y localmente para combatir el hambre y promover la agricultura sostenible. Esto debe permitir evaluar, participar e influir en la toma de decisiones relacionadas a las políticas públicas y las  estrategias de gestión locales de lucha contra el hambre y la desnutrición y la promoción de la agricultura sostenible (UNESCO, 2017). 

Que una persona sea capaz de establecer los vínculos entre la educación, el cambio climático y el hambre resulta vital para que pueda asumir críticamente su papel de ciudadana global activa en el desafío de combatir el hambre. En este respecto, la educación debe otorgar la posibilidad de que las personas cuenten con los conocimientos y habilidades suficientes para hacer posible una respuesta al hambre desde el arista de la sostenibilidad y el medio ambiente.

Te invitamos a conocer sobre el Llamado hacia la participación virtual en la COP26 que lanza The Hunger Project, como parte de sus acciones de incidencia internacional. 

Referencias:

Charles, A., Kalikoski, D. y Macnaughton, A. (2019). “Addressing the climate change and poverty nexus: a coordinated approach in the context of the 2030 agenda and the Paris agreement”. FAO, Roma. 

UNFCCC (2018). “UN Warns Climate Change Is Driving Global Hunger”. Disponible en: https://unfccc.int/news/un-warns-climate-change-is-driving-global-hunger. [Consulta: 28 de octubre, 2021].

World Food Program USA (2021). “Climate Change Is Bad. But It’s Perfect for One Thing: Hunger”. Disponible en: https://www.wfpusa.org/articles/climateexplainer/. [Consulta: 28 de octubre, 2021].

UNESCO (2021). “SDG Resources for Educators – Zero Hunger”. Disponible en:  https://en.unesco.org/themes/education/sdgs/material/02. [Consulta: 28 de octubre, 2021].

UNESCO (2017). “Education for Sustainable Development Goals: Learning Objectives”. ISBN 978-92-3-100209-0. Disponible en: https://www.unesco.de/sites/default/files/2018-08/unesco_education_for_sustainable_development_goals.pdf. [Consulta: 28 de octubre, 2021].