Día Mundial contra el Hambre. Una propuesta desde The Hunger Project. 

El 28 de mayo conmemoramos el Día Mundial contra el Hambre, el cual, no debemos confundir con el Día Mundial de la Alimentación, promulgado por las Naciones Unidas, y que sucede el 16 de octubre año con año, y que aunque similares, tienen su origen por diferentes razones.

Creado en el 2011 por The Hunger Project, el Día Mundial contra el Hambre (World Hunger Day) nace con la intención de hacer un llamado internacional a la crisis global de alimentos, que se está agravando en el contexto actual, y que pensamos que no siempre recibe la atención necesaria por parte de Gobiernos, Medios, y Organizaciones.

Tomando como referencia el Índice de Prevalencia de la Subalimentación desarrollado por la FAO, entre 2005 y 2017 el mundo vió una reducción gradual en el porcentaje de personas que sufren hambre y malnutrición, alcanzando el nivel más bajo registrado: 8% de la población global; sin embargo, a cinco años de este logro, la situación se ha ido deteriorando. Desde 2017 y hasta la fecha, se han registrado ascensos en el índice, lo cual debería ponernos en alerta, pues implica un aumento en el hambre y la malnutrición. 

¿A qué se deben este ascenso? Las causas tienen diferentes orígenes. Por una parte tenemos al cambio climático, cuyos efectos se han ido agravando año con año, particularmente en la agricultura, por el cambio en los ciclos productivos, cambios en los patrones climéticos (lluvias, sequías, heladas extremas). 

Por otro lado, tenemos a la situación económica global, que luego de 2 años de pandemia por covid-19, no es la mejor. Vemos cómo muchos países, México incluido, están experimentando altas tasas de inflación y desempleo, lo que implica que el acceso a los alimentos se vuelve cada vez más costoso y desigual. Una afectación relevante son las disrupciones en las cadenas globales de producción y distribución de alimentos, un importante aumento de precios, producto de la alta demanda y baja oferta, producto de los cierres y cuarentenas generados por la pandemia. Sobra decir que el efecto en las poblaciones más vulnerables que ya sufrían de inseguridad alimentaria y malnutrición está siendo devastador, y a la vez, ha empujado a un mayor número de personas a padecerla.

Finalmente, el escalamiento del conflicto armado en Ucranía, ha venido a generar impactos adicionales, en un sistema alimentario global, que ya se encontraba resentido. La alta dependencia de muchas naciones a alimentos importados, tales como el trigo, el maiz, y la cebada, así como a fertilizantes igualmente de la región, está poniendo en riesgo a poblaciones enteras ante la agresiva especulación de precios, la baja disponibilidad de productos, y las ya precarias condiciones en las que se encontraban.

Estamos frente a la tormenta perfecta. Por ello, este 2022, el Día Mundial contra el Hambre deba resonar aún con mayor fuerza que antes, porque si bien es cierto que el escenario que atravesamos no es el óptimo, hoy en día sí contamos con las herramientas y mecanismos para empezar a corregir el rumbo, y lograr que las personas que experimentan inseguridad alimentaria, sean cada vez menos.

¿Quieres conocer más? ¿Quieres saber cómo tomar acción?

Visita: http://www.worldhungerday.org