El Día Mundial de la Alimentación, que se celebra cada 16 de Octubre, nos invita a reflexionar sobre la situación del hambre y la malnutrición que hay en México y en el mundo y nos llama a la acción. En el mundo 815 millones de personas padecen de hambre crónica, 42.5 millones viven en Latinoamérica y el Caribe. El hambre persiste porque las personas viviendo en situación de pobreza carecen de oportunidades para cubrir sus necesidades humanas más básicas. En The Hunger Project México sabemos que la solución está en el empoderamiento de las personas rurales, especialmente de las mujeres, para que a través de la participación comunitaria y el desarrollo local, logren llevar vidas autosuficientes que satisfagan sus necesidades básicas y construyan un mejor futuro.

Este año la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) decidió enfocar las actividades del Día Mundial de la Alimentación en el tema “Cambiar el futuro de la Migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural.” Según la FAO, tres cuartas partes de las personas en situación de pobreza extrema basan sus medios de subsistencia en la agricultura u otras actividades rurales. Al carecer de sistemas alimentarios sostenibles, se ven en la necesidad de desplazarse en busca de condiciones que les permitan tener acceso a una mejor alimentación.
La creación de condiciones que permitan a las poblaciones rurales, especialmente a los jóvenes, permanecer en sus hogares y tener medios de vida más resilientes, es un componente crucial de cualquier plan para emprender el desafío migratorio. El tema hace hincapié en el desarrollo y resiliencia de las comunidades rurales como estrategia clave para promover la seguridad alimentaria y prevenir la migración. Para acabar con el hambre, se debe invertir en un desarrollo rural sostenible e inclusivo, combatir la inestabilidad política y disminuir los conflictos causados por el cambio climático.
Durante el Día Mundial de la Alimentación recordamos que alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) no será posible si no logramos terminar con el hambre. Para acabar con el hambre, se debe proteger y garantizar el derecho humano a la alimentación, promover sistemas alimentarios sostenibles así como invertir en el desarrollo rural. Esto sólo se puede lograr a nivel local con la participación y empoderamiento de las personas y comunidades y reconociendo el papel de la mujer rural en la agricultura y el desarrollo rural.
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El Día Mundial de la Alimentación, que se celebra cada 16 de Octubre, nos invita a reflexionar sobre la situación del hambre y la malnutrición que hay en México y en el mundo y nos llama a la acción. En el mundo 815 millones de personas padecen de hambre crónica, 42.5 millones viven en Latinoamérica y el Caribe. El hambre persiste porque las personas viviendo en situación de pobreza carecen de oportunidades para cubrir sus necesidades humanas más básicas. En The Hunger Project México sabemos que la solución está en el empoderamiento de las personas rurales, especialmente de las mujeres, para que a través de la participación comunitaria y el desarrollo local, logren llevar vidas autosuficientes que satisfagan sus necesidades básicas y construyan un mejor futuro.
Este año la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) decidió enfocar las actividades del Día Mundial de la Alimentación en el tema “Cambiar el futuro de la Migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural.” Según la FAO, tres cuartas partes de las personas en situación de pobreza extrema basan sus medios de subsistencia en la agricultura u otras actividades rurales. Al carecer de sistemas alimentarios sostenibles, se ven en la necesidad de desplazarse en busca de condiciones que les permitan tener acceso a una mejor alimentación.
La creación de condiciones que permitan a las poblaciones rurales, especialmente a los jóvenes, permanecer en sus hogares y tener medios de vida más resilientes, es un componente crucial de cualquier plan para emprender el desafío migratorio. El tema hace hincapié en el desarrollo y resiliencia de las comunidades rurales como estrategia clave para promover la seguridad alimentaria y prevenir la migración. Para acabar con el hambre, se debe invertir en un desarrollo rural sostenible e inclusivo, combatir la inestabilidad política y disminuir los conflictos causados por el cambio climático.
Durante el Día Mundial de la Alimentación recordamos que alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) no será posible si no logramos terminar con el hambre. Para acabar con el hambre, se debe proteger y garantizar el derecho humano a la alimentación, promover sistemas alimentarios sostenibles así como invertir en el desarrollo rural. Esto sólo se puede lograr a nivel local con la participación y empoderamiento de las personas y comunidades y reconociendo el papel de la mujer rural en la agricultura y el desarrollo rural.
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