Cleotilde Martínez, una de ocho hijos de la familia Martínez en Cerro Alto, Oaxaca, en México, todavía estaba en la escuela secundaria cuando escuchó por primera vez de los talleres THP-México en su comunidad.
Alentada por su madre y su abuelo, Cleo comenzó a asistir a los talleres de equidad de género y el entrenamiento para catalizadores en el marco de los programas THP de Liderazgo de las Mujeres y Movilización para la Acción Autosuficiente.
“Al principio yo sólo escuchaba, nunca participaba; Me daba miedo que la gente no me escuchara, que ignorara o rechazara lo que yo tenía que decir”, recuerda. A través de su participación en más talleres, Cleo empezó a sentir que las mujeres tienen voz y deben ser escuchadas a la hora de decidir el futuro de sus comunidades.
Determinada a participar activamente en soluciones para los retos de su comunidad, Cleo se convirtió en socia, después en catalizadora y más tarde en una de las promotoras del proyecto de estufas ecológicas, involucrándose cada vez más en el trabajo conjunto de su comunidad y de las comunidades vecinas con THP-México desde 2010.
Cleotilde, catalizadora de estufas ecológicas de Oaxaca, promoviendo esta ecotecnia en Bayalemó, Chiapas.
Rodeada de jóvenes catalizadores aprendices de esta ecotecnia, que la replicarán en las comunidades en Chiapas.
“Mi padre pensaba que las mujeres debían hacerse cargo de las tareas de la casa, pero a través de nuestras conversaciones sobre mi trabajo con THP se dio cuenta de que yo también tenía un rol que desempeñar en la comunidad y que eso me hacía feliz. Los roles dentro de nuestra familia cambiaron progresivamente”.
Entrenando al grupo de jóvenes catalizadores.
Las dos hermanas mayores de Cleo, Patricia y Liliana, también son catalizadoras y desempeñen roles de liderazgo en varios proyectos en su comunidad.
Tranquila y resuelta, Cleo cuenta cómo finalmente renunció a su plan de seguir a sus hermanos y mudarse a una gran ciudad. Decidió quedarse en Cerro Alto y actualmente es un ejemplo de determinación para su familia y todas las mujeres jóvenes en su comunidad.
Ya como integrante del equipo THP-México.
“Hay mucho trabajo por hacer en estas comunidades y nosotras, las mujeres, ya no vamos a guardar silencio.” Cleo fue una de las últimas personas a integrar el staff de The Hunger Project México, uniéndose a nuestro equipo local en Oaxaca como Coordinadora Regional de Programas en Septiembre del año pasado.
Cleotilde Martínez, una de ocho hijos de la familia Martínez en Cerro Alto, Oaxaca, en México, todavía estaba en la escuela secundaria cuando escuchó por primera vez de los talleres THP-México en su comunidad.
“Al principio yo sólo escuchaba, nunca participaba; Me daba miedo que la gente no me escuchara, que ignorara o rechazara lo que yo tenía que decir”, recuerda. A través de su participación en más talleres, Cleo empezó a sentir que las mujeres tienen voz y deben ser escuchadas a la hora de decidir el futuro de sus comunidades.
Determinada a participar activamente en soluciones para los retos de su comunidad, Cleo se convirtió en socia, después en catalizadora y más tarde en una de las promotoras del proyecto de estufas ecológicas, involucrándose cada vez más en el trabajo conjunto de su comunidad y de las comunidades vecinas con THP-México desde 2010.
“Mi padre pensaba que las mujeres debían hacerse cargo de las tareas de la casa, pero a través de nuestras conversaciones sobre mi trabajo con THP se dio cuenta de que yo también tenía un rol que desempeñar en la comunidad y que eso me hacía feliz. Los roles dentro de nuestra familia cambiaron progresivamente”.
Las dos hermanas mayores de Cleo, Patricia y Liliana, también son catalizadoras y desempeñen roles de liderazgo en varios proyectos en su comunidad.
Tranquila y resuelta, Cleo cuenta cómo finalmente renunció a su plan de seguir a sus hermanos y mudarse a una gran ciudad. Decidió quedarse en Cerro Alto y actualmente es un ejemplo de determinación para su familia y todas las mujeres jóvenes en su comunidad.
“Hay mucho trabajo por hacer en estas comunidades y nosotras, las mujeres, ya no vamos a guardar silencio.” Cleo fue una de las últimas personas a integrar el staff de The Hunger Project México, uniéndose a nuestro equipo local en Oaxaca como Coordinadora Regional de Programas en Septiembre del año pasado.
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