El tema de este año en el Día Mundial de la Alimentación, que se celebra cada año el 16 de octubre, es “Protección Social y Agricultura: Rompiendo el ciclo de la pobreza rural”, que aborda las estrategias de protección social que se pueden aplicar a la agricultura en las zonas rurales.
El 16 de octubre, es un día para aumentar la conciencia pública sobre la interconexión de la agricultura, seguridad de alimentos y el hambre en el mundo. Éste año la celebración hace énfasis en la realidad de que la agricultura por sí sola no puede sostener el cultivo de los alimentos; la protección social es fundamental para los más vulnerables , sobre todo en tiempos de crisis.
Cerca de un billón de personas en países en desarrollo viven en extrema pobreza. El 78% de ellos habitan en zonas rurales, donde la agricultura es la principal fuente de la economía rural, y en algunos casos de la economía total. El aumento de la productividad y de los ingresos de los agricultores en pequeña escala es clave para el progreso y la reducción del hambre.
Los programas de protección social, así como los proyectos públicos, pueden elevar los ingresos agrícolas y aumentar la productividad. En los países donde las mujeres tienen un acceso limitado a las tierras, a los servicios financieros, a las tecnologías y el trabajo, éstos programas sociales pueden marcar la diferencia, previniendo la desnutrición de la madre al hijo. Por otra parte, se ha demostrado en repetidas ocasiones que las intervenciones de protección social tienen un mayor impacto en la educación, la salud y los resultados nutricionales cuando las mujeres están directamente incluidas.
La evidencia muestra que cuando los hogares rurales pobres cuentan con la asistencia social, son más capaces de gestionar riesgos y los choques. Cuando las mujeres se sienten más seguras en el ámbito financiero, tienden a aumentar sus inversiones en activos agrícolas y participar en los medios de subsistencia, además proveen más para sus familias.
The Hunger Project proporciona este tipo de protección social alrededor del mundo. Por ejemplo, se incluye a las comunidades para que tengan acceso a un crédito a través de nuestro Programa de Microfinanciamiento, desarrollando habilidades esenciales a través de capacitaciones y talleres, centrándonos en la salud y la educación de la madre y del niño, sobre todo en los primeros 1.000 días.
Para The Hunger Project, el empoderamiento de las mujeres es un factor clave en la erradicación del hambre y la pobreza. The Hunger Project también apoya a la erradicación del matrimonio infantil en las comunidades en las que trabajamos, el terminar con este ciclo de matrimonios infantiles es clave para romper el ciclo de la desnutrición.
Además de las protecciones sociales, sabemos que el empoderar a las comunidades para hacerse cargo de su propio desarrollo es la solución sostenible para acabar con el hambre. Cuando nuestros socios rurales tienen la oportunidad de adquirir habilidades de liderazgo , se convierten en agentes de cambio fundamentales para un mundo sostenible y bien nutrido.
Datos duros:
– Un tercio de todas las muertes y niños menores de cinco años en países en vías de desarrollo están vinculados a la desnutrición . (UNICEF, 2015)
– La evidencia indica que si las mujeres tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos productivos, podrían aumentar el rendimiento de sus tierras en un 20 a 30 por ciento, el aumento de la producción agrícola total en los países en desarrollo en un 2,5 a 4 por ciento, a su vez, reducir el número de personas hambrientas en el mundo en un 12 a 17 por ciento . (FAO , 2011 )
-Dada la oportunidad de generar y controlar un ingreso, las mujeres invierten rutinariamente una parte significativa de sus ingresos en alimentos, salud y educación para sus familias (FAO).
-En todo el mundo, estudio tras estudio muestra que cuando las mujeres tienen el poder hay un aumento de la producción agrícola, las tasas de natalidad disminuyen, es menor la desnutrición infantil, la mortalidad infantil desciende, más niños van a la escuela, incluyendo a las niñas, y todos beneficiamos en la sociedad.
–Más del 70 % de la población que padece inseguridad alimentaria vive en zonas rurales de África, Asia, América Latina y el Medio Oriente. Muchos de ellos son agricultores, especialmente los pequeños agricultores, con escaso acceso a los recursos, políticas y tecnologías naturales. El 60 % de las mujeres del mundo sufren de hambre.
–Cuando haya igualdad de acceso a los recursos y la educación, las mujeres podrán reducir el número de personas que padecen hambre en todo el mundo en un 16 %.
-A pesar del hecho de que las mujeres en países en desarrollo aportan casi el 70 % de la mano de obra agrícola, siguen representando más del 60 % de las personas con hambre del mundo.
-50% de las personas con hambre son agricultores.
-Cuando las mujeres tienen la misma cantidad de tierra que los hombres, hay más de un 10% de aumento en el rendimiento de los cultivos .
-Del 75 % de las personas más pobres del mundo, 1,4 millones de mujeres, niños y hombres, viven en zonas rurales y dependen de la agricultura y las actividades conexas para su subsistencia.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
El tema de este año en el Día Mundial de la Alimentación, que se celebra cada año el 16 de octubre, es “Protección Social y Agricultura: Rompiendo el ciclo de la pobreza rural”, que aborda las estrategias de protección social que se pueden aplicar a la agricultura en las zonas rurales.
Cerca de un billón de personas en países en desarrollo viven en extrema pobreza. El 78% de ellos habitan en zonas rurales, donde la agricultura es la principal fuente de la economía rural, y en algunos casos de la economía total. El aumento de la productividad y de los ingresos de los agricultores en pequeña escala es clave para el progreso y la reducción del hambre.
Los programas de protección social, así como los proyectos públicos, pueden elevar los ingresos agrícolas y aumentar la productividad. En los países donde las mujeres tienen un acceso limitado a las tierras, a los servicios financieros, a las tecnologías y el trabajo, éstos programas sociales pueden marcar la diferencia, previniendo la desnutrición de la madre al hijo. Por otra parte, se ha demostrado en repetidas ocasiones que las intervenciones de protección social tienen un mayor impacto en la educación, la salud y los resultados nutricionales cuando las mujeres están directamente incluidas.
The Hunger Project proporciona este tipo de protección social alrededor del mundo. Por ejemplo, se incluye a las comunidades para que tengan acceso a un crédito a través de nuestro Programa de Microfinanciamiento, desarrollando habilidades esenciales a través de capacitaciones y talleres, centrándonos en la salud y la educación de la madre y del niño, sobre todo en los primeros 1.000 días.
Además de las protecciones sociales, sabemos que el empoderar a las comunidades para hacerse cargo de su propio desarrollo es la solución sostenible para acabar con el hambre. Cuando nuestros socios rurales tienen la oportunidad de adquirir habilidades de liderazgo , se convierten en agentes de cambio fundamentales para un mundo sostenible y bien nutrido.
Datos duros:
– Un tercio de todas las muertes y niños menores de cinco años en países en vías de desarrollo están vinculados a la desnutrición . (UNICEF, 2015)
-Dada la oportunidad de generar y controlar un ingreso, las mujeres invierten rutinariamente una parte significativa de sus ingresos en alimentos, salud y educación para sus familias (FAO).
-En todo el mundo, estudio tras estudio muestra que cuando las mujeres tienen el poder hay un aumento de la producción agrícola, las tasas de natalidad disminuyen, es menor la desnutrición infantil, la mortalidad infantil desciende, más niños van a la escuela, incluyendo a las niñas, y todos beneficiamos en la sociedad.
–Más del 70 % de la población que padece inseguridad alimentaria vive en zonas rurales de África, Asia, América Latina y el Medio Oriente. Muchos de ellos son agricultores, especialmente los pequeños agricultores, con escaso acceso a los recursos, políticas y tecnologías naturales. El 60 % de las mujeres del mundo sufren de hambre.
–Cuando haya igualdad de acceso a los recursos y la educación, las mujeres podrán reducir el número de personas que padecen hambre en todo el mundo en un 16 %.
-A pesar del hecho de que las mujeres en países en desarrollo aportan casi el 70 % de la mano de obra agrícola, siguen representando más del 60 % de las personas con hambre del mundo.
-50% de las personas con hambre son agricultores.
-Cuando las mujeres tienen la misma cantidad de tierra que los hombres, hay más de un 10% de aumento en el rendimiento de los cultivos .
-Del 75 % de las personas más pobres del mundo, 1,4 millones de mujeres, niños y hombres, viven en zonas rurales y dependen de la agricultura y las actividades conexas para su subsistencia.
Compartir:
Me gusta esto: