Conversaciones sobre género en La Mazateca, Oaxaca
Al discutir el futuro que imaginaban para un bebé dentro de sus comunidades, todas las mujeres de la Sierra Mazateca en Oaxaca estuvieron de acuerdo con el hecho de que probablemente no aprendería a hacer tortillas.
A principios de junio, el equipo de programas de The Hunger Project-México visitó comunidades socias en el municipio de San José Tenango, Oaxaca, para participar en discusiones acerca de género y empoderamiento. Éstas abordaron el tema de qué significa ser una mujer de la Sierra Mazateca, una región predominantemente indígena en las montañas del Sureste de México.
Para comenzar el diálogo, los grupos intergeneracionales de mujeres de entre 15 y 80 años de las comunidades de Génova Nuevo Progreso, Piedra de la Luz, Cerro Alto y Rancho Pineda, fueron mostradas dos fotografías de bebés, uno con un gorro azul y uno con uno rosa. Las mujeres fueron separadas en grupos, y se les pidió que imaginaran el futuro de cada uno de los bebés. 
Las participantes compartieron las conclusiones de sus grupos, y fue claro el hecho de que cada grupo había asumido que el género del bebé estaba basado en el color del gorro que traía puesto, aun y cuando el género del bebé no se les había indicado. Cuando se les dijo que la imagen del bebé que estaban discutiendo en realidad correspondía a un bebé del genero opuesto al que habían asumido, se les fomentó que volvieran a imaginar su futuro.
Las mujeres estaban convencidas de que la vida del bebé sería la misma, sin importar el género: ir a la escuela, jugar deportes, ir a la universidad, y encontrar un trabajo.
Sin embargo lo que surgió como un tema consistente dentro de todas las comunidades fue el hecho de que si el bebé era hombre, nunca aprendería a hacer tortillas; un alimento esencial dentro de la dieta mexicana.
Éstas conversaciones fueron el primer paso en la formación de “investigadoras sociales” entre las mujeres catalizadores en las comunidades Mazatecas en Oaxaca. Las catalizadoras son voluntarias entrenadas quienes están comprometidas a movilizar a sus comunidades para llevarlas a tener una visión compartida del futuro. Esto implica que las comunidades deben de promover la equidad de género, y deben de trabajar hacia el establecimiento de familias que compartan las labores domésticas como la limpieza y la producción de tortillas, para así habilitar que las mujeres puedan pasar tiempo trabajando en otro tipo de actividades productivas. 
Mientras tanto, Roberto García —el Director de Programas de The Hunger Project- México—organizó diálogos con los hombres de las comunidades.
Discutieron sus preocupaciones en cuanto al cambio climático, el hecho de que sus cosechas han disminuido en tamaño, y sus esperanzas para el futuro.
Para muchas mujeres, esta fue la primera oportunidad de discutir temas como el género, el significado de ser mujer, y sus expectativas para el futuro con un grupo de vecinos y con otras mujeres. Madres e hijas, hermanas y extrañas atendieron a estas conversaciones. Emergieron con nuevas relaciones dentro de sus comunidades, y resultaron energéticas y emocionadas ante la posibilidad de encontrarse nuevamente.

The Hunger Project-México trabaja en cuatro estados dentro del país, enfocándose en la movilización de comunidades hacia el desarrollo basado en visión. A través de diálogos y talleres de capacitación, los socios comunitarios se transforman en líderes para generar cambios en los lugares en donde viven.
Por Bridget Barry, Oficial de Programas THP para América Latina y Ásia del Sur.
Traducción, Pia Ramos.
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Conversaciones sobre género en La Mazateca, Oaxaca
A principios de junio, el equipo de programas de The Hunger Project-México visitó comunidades socias en el municipio de San José Tenango, Oaxaca, para participar en discusiones acerca de género y empoderamiento. Éstas abordaron el tema de qué significa ser una mujer de la Sierra Mazateca, una región predominantemente indígena en las montañas del Sureste de México.
Para comenzar el diálogo, los grupos intergeneracionales de mujeres de entre 15 y 80 años de las comunidades de Génova Nuevo Progreso, Piedra de la Luz, Cerro Alto y Rancho Pineda, fueron mostradas dos fotografías de bebés, uno con un gorro azul y uno con uno rosa. Las mujeres fueron separadas en grupos, y se les pidió que imaginaran el futuro de cada uno de los bebés.
Las participantes compartieron las conclusiones de sus grupos, y fue claro el hecho de que cada grupo había asumido que el género del bebé estaba basado en el color del gorro que traía puesto, aun y cuando el género del bebé no se les había indicado. Cuando se les dijo que la imagen del bebé que estaban discutiendo en realidad correspondía a un bebé del genero opuesto al que habían asumido, se les fomentó que volvieran a imaginar su futuro.
Las mujeres estaban convencidas de que la vida del bebé sería la misma, sin importar el género: ir a la escuela, jugar deportes, ir a la universidad, y encontrar un trabajo.
Sin embargo lo que surgió como un tema consistente dentro de todas las comunidades fue el hecho de que si el bebé era hombre, nunca aprendería a hacer tortillas; un alimento esencial dentro de la dieta mexicana.
Mientras tanto, Roberto García —el Director de Programas de The Hunger Project- México—organizó diálogos con los hombres de las comunidades.
Discutieron sus preocupaciones en cuanto al cambio climático, el hecho de que sus cosechas han disminuido en tamaño, y sus esperanzas para el futuro.
Para muchas mujeres, esta fue la primera oportunidad de discutir temas como el género, el significado de ser mujer, y sus expectativas para el futuro con un grupo de vecinos y con otras mujeres. Madres e hijas, hermanas y extrañas atendieron a estas conversaciones. Emergieron con nuevas relaciones dentro de sus comunidades, y resultaron energéticas y emocionadas ante la posibilidad de encontrarse nuevamente.
The Hunger Project-México trabaja en cuatro estados dentro del país, enfocándose en la movilización de comunidades hacia el desarrollo basado en visión. A través de diálogos y talleres de capacitación, los socios comunitarios se transforman en líderes para generar cambios en los lugares en donde viven.
Por Bridget Barry, Oficial de Programas THP para América Latina y Ásia del Sur.
Traducción, Pia Ramos.
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